An accountant's role in exit planning - Spanish Vertical

La función de un contador en la planificación de la salida

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Con un récord de 10,000 “boomers” que se jubilan cada día, más propietarios de empresas familiares planean alejarse de las responsabilidades cotidianas y soltar las riendas del control. Con un valor estimado de 80 billones de dólares que se transferirán en las próximas dos décadas, ¿cuántos de estos propietarios y sus familiares están completamente preparados para la transición?

No muchos. Los datos indican que solo el 30 % de las empresas familiares se transfiere a la segunda generación debido a la falta de una planificación de salida adecuada.

Aquí es donde se necesita tu presencia.

Como el asesor más confiable para tus clientes propietarios de empresas, debes guiarlos en muchos aspectos del proceso de salida. Conoces cada detalle de las finanzas. Conoces el mercado donde opera la empresa. Conoces los sueños, los temores y las metas de la persona propietaria. Puedes ayudar a la empresa a preparar una estrategia de salida integral que aborde posibles desafíos y contingencias. Nadie mejor que tú para advertir a los clientes sobre los riesgos de una planificación inadecuada y trabajar con ellos para crear una hoja de ruta bien elaborada que promueva la continuidad de la empresa.

Aquí viene la mejor parte: si haces bien este trabajo, es probable que el nuevo propietario te pida que te quedes, ya sea como parte del equipo de administración existente o como asesor externo.

Indiferencia en cuanto a la planificación de la salida

Para muchos profesionales de impuestos, la planificación de la salida no es importante. No priorizan sus propios planes de salida ni (mucho menos) los de sus clientes. Algunos creen que es un proceso demasiado complicado, mientras que otros piensan que es solo para empresas grandes. Recientemente, la mentora empresarial y especialista en planificación de salidas Christine Nicholson aseguró en mi podcast que es momento de cambiar esta mentalidad.

“Hay mucho en juego como para no tomar medidas”, dijo Nicholson, quien cree que los contadores públicos y los profesionales de finanzas consideran la planificación de la salida un aspecto que excede su competencia. “Como asesor de confianza, no tienes que ser un experto en todas las materias, sino que debes acompañar el recorrido del cliente y obtener la ayuda que cada cliente necesita”.

Otro concepto erróneo entre los propietarios de empresas es suponer que tienen tiempo de sobra para poner todo en orden. Sin embargo, más del 50 % de los propietarios de empresas experimentan algún evento no planificado. Nicholson incluye dentro de estos eventos cuatro factores que pueden resultar catastróficos para los propietarios de empresas: muertes, enfermedades, discapacidades o divorcios. Estos factores pueden afectar a cualquier persona en cualquier momento puesto que son eventos fortuitos. Tener una buena planificación de la salida y la sucesión implica prepararse para cualquiera de estos eventos. De esta forma, se reducen los riesgos para la empresa, el propietario y su seguridad financiera futura. Sin duda, es una buena práctica comercial.

Un propietario de empresa no preparado: una historia de éxito

El propietario de una empresa, cuya jubilación era inminente, quería vender su negocio. Sin un plan establecido, al principio la empresa no se podía vender, además de estar infravalorada. Nicholson afirmó que, tras realizar una evaluación exhaustiva de todos los aspectos de la empresa, quedó claro en qué debía centrarse el propietario para incrementar su valor al ritmo más rápido.

Primero, los contadores actualizaron los registros financieros para que estuvieran completos; luego, Nicholson ideó un plan de sucesión y empezó a transferir el proceso de toma de decisiones en todos los niveles con mayor transparencia y coherencia. Además, el propietario de la empresa reconoció que, dentro de su equipo, había alguien que podía asumir la conducción con un poco de ayuda. Nicholson aseguró que, al definir con claridad las funciones y las responsabilidades dentro de la empresa y al establecer un nuevo puesto de director general, fue más fácil transferir el control de la empresa a un empleado clave existente.

La parte más complicada para el propietario fue dar un paso al costado. Si bien le resultaba difícil desde el punto de vista emocional, Nicholson le demostró que hacerse a un lado y soltar las riendas de la empresa facilitaría el proceso de venta. Al final, el propietario estuvo de acuerdo. Además, al aplazar la venta al menos un año, los márgenes de ganancia y la valuación superaron el millón de dólares en un año y los ingresos aumentaron en un 25 %.  Según Nicholson, el propietario ahora tiene una empresa que puede vender cuando quiera y además un comprador potencial dentro del equipo de administración existente que dirige el negocio sin su participación.

Planificación de situaciones

Como contador, analizar los diferentes resultados financieros de vender la empresa el próximo año, o dentro de cinco o diez años, hace que el propietario pueda tomar decisiones fundamentadas en relación con los plazos. El hecho de evaluar qué podría suceder si la industria donde opera la empresa se enfrentara a una recesión, a nuevos competidores u a otras amenazas le da al propietario distintas opciones en cuanto al nivel de riesgo que está dispuesto a asumir. El resultado financiero de cada situación aporta una nueva dimensión a la estrategia de la salida, lo que permite elaborar un plan que sea no solo flexible, sino también resistente.

Colaboración para una planificación integral

Aunque es importante comprender el panorama financiero de una empresa, un plan de salida exitoso requiere un abanico más amplio de conocimientos y experiencia. Por ello, es recomendable trabajar con profesionales externos que aporten conocimientos esenciales para desarrollar un plan de salida integral.

Si aún no ofreces servicios de valuación, considera la posibilidad de asociarte con expertos en la materia, ya que una valuación independiente es una parte fundamental del plan de salida. Es útil para alinear las expectativas del propietario de la empresa al valor percibido por los compradores potenciales.

  • Los profesionales legales ayudan a la empresa con las complejidades de las modificaciones contractuales, la transferencia de la titularidad y otras cuestiones relativas a la transición. Los conocimientos de un abogado protegen a las empresas de posibles problemas legales y garantizan una transición más fluida.
  • Los asesores patrimoniales y financieros aportan consejos útiles sobre cómo administrar las finanzas personales después de la salida. Pueden preparar un plan financiero posterior que garantice que el estilo de vida del propietario de la empresa no se vea afectado y permita el crecimiento financiero incluso tras vender o transferir su fuente de ingresos principal (la empresa).

Asesora a tus clientes ahora

Dar por terminada la actividad empresarial es un proceso emocional para tu cliente, no solo una transacción financiera y legal. Por ello, debes asegurarte de que conozca a fondo los plazos y las metas posteriores a la salida antes de comprometerse. Cuanto más asesoramiento logres proporcionar, mejor será el resultado final.

Nota del editor: este artículo también está disponible en inglés.

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